La certificación se obtiene a través de un proceso de auditoría por parte de un organismo de certificación acreditado. Este proceso incluye una evaluación inicial, auditorías internas y externas, y la implementación de acciones correctivas si es necesario.

• Diagnóstico inicial: Evaluar el estado actual de la organización.
• Planificación: Desarrollar un plan de implementación.
• Formación: Capacitar al personal.
• Documentación: Crear y gestionar la documentación requerida.
• Auditorías internas: Realizar auditorías internas para verificar el cumplimiento.
• Mejora continua: Implementar mejoras basadas en los resultados de las auditorías.

No es obligatorio cumplir con las normas ISO a menos que esté especificado por contratos, regulaciones legales o requisitos del cliente. Sin embargo, muchas organizaciones optan por la certificación para mejorar su competitividad y credibilidad.